octubre 2014

Como cuando eres niña y estrenas nuevo par de zapatos. Como cuando llega la celebración de tu primera comunión y no puedes dormir pensando en el gran día que te espera. O, simplemente, como cuando esperas el "sí, quiero" de la persona que compartirá el resto de su vida contigo. Esa misma ilusión, ese entusiasmo y esas mariposas que se sienten son exactamente las mismas que sentimos en Colección Herencias cuando vendimos nuestra primera pieza.

Habrás observado que cuando alguien cercano va a tener un hijo, siempre surge la pregunta obligada: “¿Cómo le vas a llamar?”. Si todas las marcas, productos, servicios, empresas, etc.., se plantearan la misma pregunta estaríamos en un mundo donde el nombre no sería sólo un atributo más de ese algo, sino el primer eslabón de un conjunto de eslabones que construyen una identidad propia y única al resto. Y lo mismo ocurre en Colección Herencias.